Es un perro sustancialmente dócil como la mayoría de las razas de pastor, fuerte, robusto y perfectamente adaptable incluso, a los climas más fríos. De estructura sólida y potente, alcanza una alzada a la cruz de 68 centímetros. Su característica más llamativa es la abundante capa con pelo muy fuerte, duro, lustroso con una ligera ondulación de color gris o, más raramente leonado, con frecuencia, entrecano. Originariamente utilizado para custodiar los rebaños, hoy se emplea, por lo general, como perro de guarda y, en Bélgica, uno de los países que se disputan su origen, se usa con éxito también como perro policía.